domingo, 15 de enero de 2012

Ánimo.

No es grande aquel que nunca falla si no el que nunca se da por vencido.

Qué dificil es seguir siendo constante en esta etapa, siempre lo final es una parte crucial de los procesos, en toda índole. Pero el cuerpo y la mente están cansados, agotados, quieren irse aotros lugares y renovarse. Pero siempre se saca un poco más de fuerza y se sigue adelante. Se sigue con los cartones, con la imaginación, se sigue observando. Quedan sólo un par de días, ánimo, esa es la palabra que nuestras mentes deben tener.


Maqueta Grupal.-
Hablé sobre el proyecto que tenemos que realizar, pero nunca mencioné que realizamos una maqueta en donde representamos las calles de la ciudad que debíamos analizar. Acá dejo una imagen, sin las intervenciones de mi grupo, sino como actualmente es el terreno.




Ahora regreso a lo pendiente, el martes pasado se entregó el análisis final de los terrenos, la idea era mejorar aquellos detalles que no comprendimos bien, y llegar a nuevas formas.
Con mi grupo fuimos capaces de mejorar, sobre todo en el análisis, sin embargo, aún nos cuesta pasar del.. "acá sucede esto y por eso se genera esta forma". Pero insisto, progresamos.
Dejo el análisis, y también admito que ya que estamos en instancias finales, me ha gustado mi progreso, siento que he sido mucho mas constante que en otros momentos de mi vida, me he sentido más  interesada por mi carrera y me he "sacado el jugo" hasta más no poder. Por lo mismo cito un trozo de un poema de un grande mexicano Amado Nervo











Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

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